Nuestro planeta es setenta por ciento agua.
Hay más lugar para navegar que para construir en tierra firme y esta situación ha influenciado mucho en la forma en la que antiguas generaciones establecían sus construcciones.
De ahí que muchas ciudades han nacido a orillas de grandes cuerpos de agua, mares, océanos, lagos o ríos y han incorporado de forma práctica la arquitectura, erigiendo edificaciones con diseños ambientados para apreciar de forma creativa la belleza que el agua ofrece.

La arquitectura y la navegación
Tal como hemos comentado, existen muchas ciudades en el mundo que establecieron sus cimientos a orillas de cuerpos acuáticos, lo que les ha caracterizado por adquirir a través del tiempo un aire romántico muy particular.
Quizás al mencionar esto, el nombre que se viene a la mente es Venecia.
Viajar a Europa y no visitar la ciudad de Venecia es no conocer Europa. Es una de las ciudades italianas y europeas más idealizadas en lo relacionado al amor.
Vernos paseando en compañía de nuestra media naranja, tomados de la mano en una góndola empujada por remos manejados por un gondolero es la clásica imagen romántica. Le añades ambientación de música de corte italiano tradicional y tienes una escena digna de cualquier película romántica de la época dorada de Hollywood.
Venecia es una ciudad de canales y el de mayor tamaño es conocido como el Gran Canal.
Este afluente de agua recorre la ciudad en un tramo de cuatro kilómetros, dividiéndola prácticamente en dos, culminando en la basílica de San Marcos, principal baluarte católico de la ciudad con rasgos de arquitectura bizantina cuya plaza ubicada frente al mar Adriático es una de las más visitadas.
Sin embargo, Venecia no es la única ciudad europea que nació y está ubicada junto a cuerpos de agua. Ámsterdam, en Holanda es otro ejemplo.
Conocida como la Venecia del norte, esta ciudad es impresionante, por su arquitectura y por el ambiente que los canales de agua generan cuando la visitas y caminas junto a ellos, o la sensación cuando ya casi al atardecer hicimos un alto para tomar una foto en el puente sobre el Canal del Emperador, con sus tres arcos iluminados que se ven reflejados en el agua.
Además de estas dos renombradas ciudades integradas con canales de agua, podemos citar a Delft en Holanda, Brujas en Bélgica, Birmingham en el Reino Unido o Empuriabrava en España.
El hombre y el mar
Como seres humanos, siempre nos hemos sentido atraídos por el mar.
Lo que el mar provee en materia de recursos alimentarios y su extensión, tan majestuosa, son algunos de los elementos que nos han mantenido en una atracción permanente y hace posible que en nuestros momentos de ocio busquemos trasladarnos a algún lugar cerca al mar.
El mítico continente de la Atlántida, descrita por Platón, conocida también como la Isla del Atlas fue una maravilla de arquitectura e ingeniería, compuesta de muros y canales concéntricos al igual que la moderna Amsterdam.
Ha sido por siglos un referente de la unión entre los seres humanos y el agua e inspiración para el desarrollo de megaproyectos urbanísticos como las islas artificiales en Dubai. Todo con el propósito de vivir cerca del mar.
El mar inspira.
En un día soleado de verano sus olas son música, casi hipnótica que tienen un efecto relajante al caminar junto a ellas en la arena, o sentarse en alguna estancia y verlas ir y venir, mientras contemplamos el horizonte hasta el punto donde todo parece no tener fin.
No en vano el gran escritor estadounidense Ernest Hemingway tomo al mar como inspiración para escribir su última y muy reconocida obra de ficción El Viejo y el Mar, escrita en Cuba a principios de los años 50.
Importantes ciudades y metrópolis hoy en día están localizadas junto al mar, como Vancouver, en Canadá; la imponente ciudad de Nueva York, en el noreste de los Estados Unidos de América; Buenos Aires, en la república Argentina, Recife y Rio de Janeiro en el majestuoso Brasil, Barranquilla y nuestra querida Cartagena de Indias en Colombia con sitios importantes donde sus habitantes mantienen una estrecha relación, casi simbiótica, con el mar, lo que los hace inseparables de vivir alejados de él.
Sabías que vivir junto al mar o navegar ayuda a mejorar la salud
El reconocer que el agua es vital para nuestras vidas quizás no es algo nuevo, es algo que ya todos sabemos y hemos aprendido desde muchos años atrás.
Pero aparte del agua que consumimos para mantener nuestros cuerpos con los niveles de hidratación adecuados, es importante compartir que les compartamos algunos de los beneficios más significativos que se pueden obtener de vivir en un lugar que se encuentra cerca del mar.
Respirar mejor.
Generalmente damos esto por sentado al estar en un ambiente marino, al sentir la brisa marina. Pero hay algo que seguramente no sabíamos y no habíamos apreciado y es que la brisa marina es uno de los aires más limpios y saludables para respirar, sin demeritar el aire de la montaña.
A diferencia del aire de montaña, el de playa contiene un alto porcentaje de yodo, elemento natural altamente recomendado en el tratamiento de cuadros respiratorios agudos o crónicos, por su efectividad a favor del descongestionamiento nasal y bronquial.
A las personas que padecen de sinusitis o alguna afección respiratoria seguramente les han recomendado hacerse baños nasales con productos que encuentran en las farmacias.
Imagínense el efecto de hacerse un baño nasal con agua salada, que les ayudará a eliminar toxinas y elementos perjudiciales que podamos tener en nuestros pulmones, solamente por permanecer en un ambiente cerca al mar y respirar profundamente el aire marino, cargado de salud.
Mejor motricidad